Un producto básico para tu casa, sobre todo cuando quieres evitar que tu hijo cierre las puertas y se apriete los dedos u otra parte del cuerpo con ella.
Un sistema fácil de instalar para los padres pero difícil de manipular para los niños pequeños de la casa.
Lámina metálica flexible que se desliza por debajo de la puerta permitiendo que ambas piezas laterales (blancas) queden una a cada lado de la puerta, evitando que esta se pueda mover.